Según donde nazcas, vivirás 19 años más o menos

Una niña de Noruega tiene la posibilidad de vivir 82 años y de estar escolarizada durante 18. La misma chica, pero en Níger, podrá llegar hasta los 60 e irá a la escuela un lustro. Esta diferencia se da porque en los países desarrollados se vive una media de 19 años más y la escolarización se alarga hasta siete cursos adicionales, según concluye el último informe sobre el Índice de Desarrollo Humano (IDH) publicado hoy por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Es este un indicador de referencia mundial que mide cada año, desde 1990, el bienestar de las personas en 189 países del mundo en función de tres dimensiones básicas: salud, educación e ingresos. Todas ellas implican oportunidades reales de mejora de vida de las personas. Noruega encabeza la primera posición, mientras que Níger, que había salido del último puesto el año pasado, vuelve a ocuparlo. Y le siguen en esta cola otros 11 países, todos de África subsahariana.

El mundo continúa presentando grandes desigualdades, pero en conjunto progresa, aunque sea lentamente, y esto se refleja en el nuevo IDH. De hecho, de los 189 países incluidos en el listado, 59 ya se ubican en el grupo de desarrollo muy alto, y 38 pertenecen al más bajo, cuando en 2010 estas cifras eran de 46 y 49 respectivamente. Destaca el avance logrado por los 46 Estados que conforman la región subsahariana, donde la esperanza de vida ha aumentado 11 años desde 1990 pese a las dificultades, y ya es la que más rápido ha crecido en su valor IDH entre el 2000 y 2010: un 34,9% anual, solo por detrás de Asia del Sur —con un 45,3%— y Asia oriental y el Pacífico, con un 41,8%.

No hay que perder de vista los retos presentes: hoy las personas viven siete años más que en 1990, los menores permanecen en la escuela 3,4 años más y las familias cuentan con mayores ingresos, pero son millones las que ni se han acercado a estos avances en estos 28 años de estadísticas. “Aunque hay motivos para ser optimistas, la considerable desigualdad en el bienestar sigue siendo inadmisible. Esta, en todas sus formas y dimensiones, limita las opciones y oportunidades de los individuos y frena el progreso”, afirma Selim Jahan, director de la Oficina del Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD sobre este estudio, que estima que debe ser útil para que los responsables políticos adopten medidas óptimas, siempre en la línea de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.

Además de las innumerables injusticias históricas y presentes que lastran los derechos de los africanos, el PNUD pone el foco en la reducción de conflictos y de la epidemia de VIH y SIDA de las décadas anteriores que asolaron el continente como algunas de las causas que hacen que la región subsahariana se recupere paso a paso. Se aprecia ahora un ascenso reflejado en países como Botsuana, Gabón, Mauricio y Seychelles, que se ubican en el grupo de desarrollo humano alto, y otros 12 países de la región que están en el grupo medio.

Pero todavía hay trabajo que hacer. Los demás pertenecen al grupo con el nivel más bajo, con una media mundial de un 47,5% de adultos analfabetos y solo un 17,1% de la población con acceso a Internet. Que en la región haya un promedio de 39 alumnos de primaria por docente, que apenas cuente con dos médicos por cada 10.000 personas, que la tasa de natalidad entre adolescentes sea de 101 de cada 1.000 nacidos vivos o que el índice de mortalidad materna sea de 549 por cada 100.000 nacidos vivos son todavía retos por superar.

Jahan advierte también sobre la importancia de monitorear de forma permanente a cada país, porque las situaciones de conflictos, de desastres climáticos o cambios de gobiernos inciden de forma directa en los resultados. De este último estudio se desprende que en el periodo 2012-2017 Siria ha sufrido el mayor descenso en la clasificación con la bajada de 27 puestos, seguida por Libia, con 26 y Yemen con 20. Venezuela destaca también por un descenso de 16 puestos, aunque es probable que el impacto de la crisis aún no se haya reflejado totalmente en su IDH. Irlanda, al contrario, ha ascendido 13 hasta situarse en la posición cuarta (en el top), y Turquía, la República Dominicana y Botsuana han subido ocho puestos.

Pero el PNUD fija la mirada también en la calidad de lo que representan los números de la lista. "Cada vez resulta más evidente que no basta con contar cuántos niños están escolarizados, sino que es necesario saber si de verdad aprenden. El enfoque en la calidad es crucial para fomentar un avance del desarrollo humano sostenido y sostenible”, declara Jahan. En la línea de estudiar la calidad de los indicadores dentro de cada país, con sus desigualdades internas y territoriales, ha surgido el proyecto del Índice del Desarrollo Humano Subnacional, dirigido por Iñaki Permanyer, investigador del Instituto Ramón y Cajal y del Centro de Estudios Demográficos. "Los países son heterogéneos y dentro de ellos puede haber índices que oscilen del 1 al 10. Por eso, al incorporar la dimensión territorial se descubren nuevas capas de desigualdad", indica el experto, que concluye que en los países más ricos hay más cohesión territorial. "Pero en lugares como China o India las disparidades son brutales, hay zonas muy avanzadas y otras rurales con menor desarrollo", añade.

Brecha de género

"La situación de la mujer es crítica, fundamental y crucial. El 80% de la actividad agrícola está desarrollada por mujeres y tienen que poder tomar decisiones", declara Jahan. El IDH promedio para las mujeres es un 6% inferior al de los hombres por las limitaciones de acceso a la educación y los ingresos inferiores. El empoderamiento de las mujeres y un mayor avance para la escolarización de las menores se presentan como retos en los que seguir trabajando, junto al avance en la participación en el mercado laboral, que se sitúa en un 49% frente a un 75% de los hombres respectivamente.

El informe revela que la violencia machista afecta a todas las sociedades y que el matrimonio infantil y la tasa de natalidad entre adolescentes limitan las oportunidades de las chicas. "En los países con índices bajos de desarrollo, el 39% de las mujeres con edades comprendidas entre los 20 y los 24 años se casaron antes de cumplir los 18", se lee en el resumen del informe. Este también indica que, aunque de media las mujeres vivan más tiempo, la proporción de hombres que reciben una pensión es un 2,9% mayor.

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